Girona
Girona es una población situada entre los ríos Ter y Onyar. La ciudad ha sido habitada desde la época romana, aunque su máximo esplendor fue durante la Edad Media, por eso el casco antiguo todavía conserva muchos elementos medievales.La primera parada la haremos al "Pont de Pedra", construido en el siglo XIX. Es el mejor lugar para admirar las fachadas de las casas del "Onyar", que alzadas sobre este río son muy características de la ciudad. Seguimos hacia el casco antiguo, donde, entre el laberinto de callejones, encontraremos el barrio judío, el mejor conservado de toda Europa. El centro "Bonastruc Ça Porta" narra la historia de los judíos y su expulsión de la ciudad del siglo XV.
El centro de la ciudad es la Plaza de la Catedral, rodeada de pequeños palacios antiguos. En el centro se eleva la catedral con una gran escalilnata delante. La catedral, símbolo inconfundible de la ciudad, fue construida por primera vez entre los siglos X y XI sobre el templo romano de Gerunda. De esta construcción se conservan el claustro, los subterráneos y la capilla. En el siglo XIV se decidió construir una nueva catedral de estilo gótico, pero no se acabó hasta el siglo XVIII, en pleno barroco, y, por este motivo, la fachada se construyó en el nuevo estilo. Por ese motivo, la catedral de Girona está formada por tres estilos arquitectónicos muy diferentes.
Muy cerca de la catedral está la iglesia de San Felix, la más antigua de la ciudad, construida en el siglo XIII sobre la tumba de San Felix. A pesar de que el edificio actual es gótico, todavía mantiene los elementos románicos. Ante las escaleras de la iglesia hay una escultura de piedra calcárea del siglo XII con la forma de una leona subida a una columna. Actualmente es un gran reclamo turístico puesto que, cómo dice el dicho, "sólo podrás volver a Girona si has dado un beso al culo de la leona".
Otra parada de gran interés es los baños árabes, construidos en el siglo XII, imitando los baños musulmanes norteafricanos. Tiene baños fríos, calientes y de vapor, iluminados por una bonita linterna octagonal en el centro del edificio. Y no podemos olvidar el Monasterio de Sant Pere de Galligans, con un magnífico claustro donde actual se encuentra el Museo Arqueológico.
Después de esta mañana atareada no hay nada mejor que acercarnos a La Trobada a disfrutar de una comida con mucha traquilidad y grandes ofertas gastronómicas.
Las Gavarras
La ruta empieza en el encantador pueblo de Romanyà de la Selva, municipio perteneciente en Santa Cristina d'Aro, donde podemos visitar la iglesia de Sant Martí y su cementerio donde descansan los restos de la reconocida escritora catalana Mercè Rodoreda.Seguidamente nos dirigimos a Santa Pellaia, a la cumbre de la cual podremos visitar una ermita del siglo XIII. La elevación nos permitirá disfrutar de una vista panorámica de la llanura empordanesa y el macizo de las Gavarras. Este macizo se caracteriza por presentar una de las mejores muestras de encina alcornoque y pinar. Además, tiene una gran riqueza arqueológica y arquitectónica formada por construcciones derivadas de antiguas actividades tradicionales de las Gavarras: pozos de hielo, hornos de cal y vidrio, dólmenes, molinos de harina.
La próxima parada la hacemos en Sant Sadurní de l'Heura, pueblo del cual destaca una iglesia del siglo XVIII. Del antiguo castillo que presidía el municipio no se conserva nada, pero es probable que el campanario viejo (una torre románica cuadrada) fuera la obra de defensa principal de este castillo.
A 10 minutos en coche llegamos a La Bisbal, la capital de comarca del Baix Empordà y un importante centro de cerámicas. Arquitectónicamente destacan las Vueltas, construidas a mediados del siglo XIX que conformaban una sucesión de casas porticadas. No podéis dejar de visitar la iglesia de Santa Maria (del siglo XVIII), la calle del Callo (donde se estableció la comunidad judía en la Edad Medieval) y el Castillo de La Bisbal, edificio del siglo XI construido por los obispos de Girona como centro administrativo y de sus posesiones. Si lo que os interesa es la actividad de cerámica del muinicipio, os recomendamos una visita al barrio de la "Aigüeta", donde podréis encontrar una variada oferta comercial relacionada con esta actividad artesanal tan antigua.
Para acabar la ruta vamos a La Trobada, donde podremos disfrutar de una buena comida sin perder la tradición empordanesa que nos ha guiado durante toda la ruta.
Banyoles
Banyoles es una población situada al norte de Girona que cuenta con uno de los lagos más importantes de Cataluña. El lago, que hace un kilómetro de largo y tiene más de 600 metros de profundidad, permite a cualquier persona aficionada a la naturaleza y el aire libre disfrutar de un agradable paseo alrededor de toda su orilla. Además, hay rutas para hacer con un barco turístico, alquiler de barcas de remos y actualmente una zona de baño muy bien habilitada. Con un poco de suerte os encontraréis con uno de los muchos acontecimientos deportivos que se hacen en el lago. La más importante que se ha llevado a cabo es la modalidad de remo de las Olimpiadas de Barcelona en el año 1992.Y si lo que os interesa es la historia, en el centro del núcleo del municipio hay el Monasterio de Sant Esteve de Banyoles, que se puede considerar la primera fundación monástica benedictina de Cataluña. También son interesantes los museos "Darder" y Arqueológico.
El Montgrí
La ruta se inicia en l'Estartit, un antiguo pueblo de pescadores con un importante sector turístico y una privilegiada situación costera, cercana a las Islas Medes.Una vez visitado el municipio nos dirigimos a Torroella de Montgrí, conocido por el Castillo del Montgrí, situado arriba de la cordillera del mismo nombre, centro de nuestra ruta. Con sólo 315 metros de altura es una cumbre sencilla y muy satisfactoria. Del castillo se conservan restos de antiguas torres y murallas de época medieval. En el centro del pueblo destacan la plaza mayor, con casas porticadas, la iglesia de Sant Genís y el Palacio Real, que durante la época de máximo esplendor del pueblo fue la residencia de reyes como Joan I El Conquistador.
Salimos de Torroella y nos dirigimos a Verges. En el núcleo del municipio recomendamos una visita a la iglesia de Sant Joan, a la Plaza Mayor, a las torres de la antigua muralla y a "Can Batlle", la casa natal de Francesc Cambó, un importante político catalán. Verges es muy conocido por la escenificación de la Danza de la Muerte, una representación popular llevada a cabo la noche de Jueves Santo.
La Trobada, a sólo 10 minutos de Verges ofrece un menú exquisito a la hora de comer.
El Río Ter
El punto de partida de la ruta es el municipio de Colomers, situado a la orilla izquierda del río Ter. El pueblo, que se emplaza arriba de un cerro, es coronado por la iglesia románica de Santa Maria, que mantiene restos de una antigua fortificación de los siglos XVI y XVIII. Además, se ofrecen paseos en kayak de ascenso y descenso del río. Justo al salir del pueblo encontraremos un cruce a la derecha que te llevhasta la presa de Colomers, la que nos permitirá disfrutar de una vista panorámica del río Ter.Continuamos la excursión en Jafre, municipio que cuenta con la iglesia parroquial de Sant Martí, ergida sobre la estructura de un antiguo castillo medieval. Pero el edificio más singular del pueblo es sin duda el Santuario de Fuente Santa, al cual la gente del pueblo atribuía antiguamente facultades curativas y milagrosas.
Saliendo de Jafre hacemos parada en Verges. En el núcleo del municipio recomendamos una visita a la iglesia de Sant Joan, a la Plaza Mayor, a las torres de la antigua muralla y a "Can Batlle", la casa natal de Francesc Cambó, un importante político catalán. Verges es muy conocido por la escenificación de la Danza de la Muerte, una representación popular llevada a cabo la noche de Jueves Santo.
Después de esta intensa mañana nos dirigimos a La Trobada que nos ofrecerá muchas opciones para comer una buena comida. Después de comer, hacemos camino hasta Gualta, pueblo entre dos ríos. Se encuentra situado entre la orilla derecha del río Ter y el río Daró. Cerca del centro del pueblo se conserva la estructura de un antiguo molino de harina del siglo XVIII que había sido uno de los más importantes de la comarca. El mismo edificio conserva restos de una fortaleza medieval que se relaciona con un antiguo castillo ahora desaparecido. A la parte norte del municipio hay un antiguo puente construïdo sobre el Daró entre los siglos XVI y XVII, del cual perduran el pavimiento y las marcas profundas dejadas por los carros. Para acabar la ruta, proponemos una visita a la playa de Fonollera, a plena garganta del río Ter, dónde se puede disfrutar de un paisaje costero con una gran tranquilidad.
Pueblos Medievales I
El recorrido empieza en Pals, minicipio del cual destaca el barrio llamado "El Pedró". Son especialmente recomendables la iglesia gótica de Sant Pere, la Torre de las Horas, de estructura cilíndrica, que se mantiene como único vestigio del antiguo castillo, antes, centro del pueblo. En cuanto a las murallas que rodean el pueblo, se conservan en muy buen estado y en casi toda su longitud, con la presencia de seis torres de defensa.Saliendo de Pals nos dirigimos a Sant Julià de Boada, un municipio formado por tan sólo 6 masías, al centro de las cuales se conserva una pequeña iglesia pre-romànica, el monumento de la época más notable y bien conservado de la comarca.
Seguidamente llegamos hasta Palau-sator, pueblo que mantiene el aspecto y el entremado urbano típicos de la época medieval. Cuenta con un recinto amurallado muy definido, presidido por una torre que formaba parte de un antiguo castillo. Se conservan todas las torres y puertas de entrada al municipio. La iglesia se encuentra fuera de las murallas ya que fue construida a final del periodo románico, al siglo XIII.
A 5 minutos en coche encontramos Peratallada, un pueblo amurallado que conserva la estructura medieval original. En el interior del recinto hay el castillo, con la torre del homenaje, y fuera se edificó la iglesia románica de Sant Esteve. La ruta continúa en Ullastret, un municipio con unas murallas muy bien conservadas que rodean un pequeño núcleo de calles estrechas. Cuenta con una bonita iglesia románica del siglo XI, pero sin duda, el pueblo es especialmente conocido por sus yacimientos a queològics. Son los yacimientos ibéricos más muy conservados de Cataluña, provenientes de un poblado *iber que estaba instalado al monte de Santo Andreu.
Después de una mañana intensa y cultural, la mejor idea es visitar La Trobada, donde nos ofrecerán una gran variedad de platos y ofertas para disfrutar de la comida.
Pueblos Medievales II
No hay manera mejor de empezar la ruta que calentando motores con un buen desayuno en La Trobada.Iniciando ya la excursión, nuestra primera parada es Rupià, municipio que antiguamente había pertenecido al obispado de Girona, como bien nos demuestra el estilo gótico de su castillo. Todavía podemos apreciar los restos de la muralla del siglo XV, que rodeaba el pueblo, el cual todavía mantiene el trazado urbanístico medieval. El Portal de Arriba y el Portal de Abajo recuerdan el sistema de defensa que protegía la villa, que sólo tenía estas dos vías de acceso al casco antiguo.
A tan sólo 3 kilómetros hacemos la segunda parada en Foixà. El municipio está formado por cinco vecindarios. Los dos más importantes son el que rodea la iglesia parroquial de San Juan y el de la Vila, ubicado justo en el punto donde se eleva el castillo, que ofrece una gran vista panorámica de la llanura empordanesa. El camino que une los dos barrios pasa cerca de una cruz que marca el lugar donde el rey Joan I, yendo de cacería, sufrió un accidente que le causó la muerte en 1316.
La siguiente parada está en La Pera y un núcleo adherido a este, Púbol. La primera población conserva el trazado urbano medieval, pero la segunda presenta aspecto feudal. Púbol es conocido por su castillo, que fue adquirido por el gran pintor Salvador Dalí, y posteriormente, reconvertido en la Casa-Museo Castell Gala-Dalí, el cual recomendamos que no dejeis de visitar. Por más información sobre el castillo, hay un apartado dedicado a su descripción.
A la hora de comer volvemos a La Trobada, que se encuentra a 5 minutos en coche, para disfrutar de una sabrosa comida. Una vez satisfechos, la ruta sigue en Monells, un pueblo dividido en dos barrios separados por la riera del Rissec: el barrio del Castillo y los de la Riera. A la parte más alta del municipi se levantaba un castillo del cual casi no se conserva nada. Aún así, hay unos restos muy evidentes de las murallas originales.
La próxima parada es Cruïlles, municipio que lo único que conserva del antiguo castillo que poseía es una magnífica torre romana de forma cilíndrica que curiosamente está coronada por un olivo. El núcleo del pueblo está presidido por el campanario de la iglesia de Santa Eulàlia y, a aproximadamente un kilómetro de este, se conserva el monasterio bendictino de Santo Miquel de Cruïlles, de estilo románico y gran interés cultural y patrimonial.
Como punto final de la ruta, nos dirigimos a La Bisbal d'Empordà, capital de comarca y un importante centro de cerámica. Arquitectónicamente destacan las Vueltas, construidas a mediados del siglo XIX que conformaban una sucesión de casas porticadas. No podéis dejar de visitar la iglesia de Santa Maria, siglo XVIII; la calle del Callo, donde se estableció la comunidad judía en la Edad Medieval; y el Castillo de la Bisbal, edificio del siglo XI construido por los obispos de Girona como centro administrativo y de sus posesiones.
Playas y Calas I
Esta ruta es una gran excursión relajante por calas típicas de la Costa Brava. Iniciamos el día en Begur, el casco antiguo del cual está situado en la parte superior de un cerro presidido por el antiguo castillo del pueblo que se construyó al siglo XI y fue utilizado como torre de vigilancia durante la Edad Media. La altura nos dará una vista panorámica de la llanura del Empordà y la costa mediterránea, una experiencia realmente excepcional.Para disfrutar de la Costa Brava no nos será necesarioe movernos muchos kilómetros. Cerca de Begur os recomendamos cuatro calas que son de una gran belleza y donde podréis hacer una parada con calma y tranquilidad: Sa Riera, Sa Tuna, Fornells y Aiguablava.
Un vez relajados nos dirigimos a La Trobada, donde nos ofrecerán una buena comida con grandes ofertas. Pero si todavía queréis seguir con algo más de excursión por el Empordà, os recomendamos hacer una parada a Torrent, un municipio con un núcleo de sólo cincuenta casas. Destacan su iglesia del siglo XIV, la plaza del pueblo que era la salida medieval del pueblo, la puerta de la época que todavía se conserva, y los restos del antiguo castillo medieval que dominaba la zona. Otro punto de interés de esta localidad es la ermita de Santo Lobo, situada fuera del pueblo en un punto elevado. Por Santa Lucía se celebra un encuentro al cual acude mucha gente de la cercanía. Finalizada esta parada, visitamos "el cementerio de los Moros", un gran sepulcro megalítico que se encuentra elevado en la cima llamada Roig.